A
grandes rasgos, podemos caracterizar las mariposas de la siguiente manera:
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Son artrópodos e insectos. Es decir, poseen un cuerpo segmentado y provisto de
miembros articulados, con un exoesqueleto de quitina que lo recubre. Además, al
ser insectos, poseen tres pares de patas, un par de antenas y dos pares de alas
membranosas, que en el caso de las mariposas están cubiertas de escamas
coloreadas.
• Hábitos diurnos y nocturnos. Las mariposas son animales voladores, que en su mayoría se muestran activos durante la noche. Sin embargo, conocemos mucho mejor a las especies diurnas (propiamente mariposas), que a las nocturnas (llamadas polillas).
Ciclo de vida complejo. Antes de alcanzar la adultez, las mariposas deben nacer de un huevo en forma de larva u oruga, alimentarse tenazmente hasta reunir los suficientes nutrientes y, al cabo de algunas semanas, tejer un capullo o pupa, dentro del cual se producirá la metamorfosis. Finalmente, el imago o adulto volador emergerá del capullo.
• Animales migratorios. Muchas especies de mariposas recorren cientos de kilómetros en sus viajes de una geografía a otra, de acuerdo a las tendencias climáticas, para reproducirse y desovar. Algunas de ellas están entre las especies animales que más distancia recorren en estos viajes, yendo de un continente a otro.
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Coloración de las alas. Las alas de las especies diurnas poseen colores muy
vistosos, con patrones específicos, a menudo diseñados como método de
camuflaje, con ojos falsos (para imitar a un depredador), o colores semejantes
a los de otros insectos venenosos. Estos colores también les sirven para
señalizarse unas a otras o para el cortejo.
• Reproducción sexual y ovípara. Las mariposas adultas, como todos los insectos, son seres sexuados (hembras y machos) y se reproducen a través de la puesta de huevos, de los que emergen las larvas cuando están totalmente formadas.
Buena información.
ResponderEliminarMuy buena información, es hermoso conocer de la naturaleza
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